Enmarcada por las aguas del Canal de Beagle y la cadena montañosa del Martial, Ushuaia es el destino elegido por los miles de turistas que visitan Tierra del Fuego, la provincia más austral de la República Argentina. En bus, en barco o en tren, en esta nota le contamos cuáles son las mejores formas de conocer la “ciudad del fin del mundo”.
A la Isla de Tierra del Fuego se accede por vía aérea y, ya desde el avión, se pueden ver las primeras imágenes de Ushuaia, la “bahía que penetra hacia el poniente”, tal el significado en lengua yámana de su nombre. La ciudad toda es una fusión perfecta de montañas, como el Cerro Castor, el Cinco Hermanos y el Monte Olivia, glaciares, como el Martial, y mar, con el marco imponente del Canal de Beagle en su extensión, y más allá el místico Faro del Fin del Mundo. Además, de naturaleza y bosques, y de una fauna que, si bien no es autóctona, es ya una característica de la capital fueguina: con castores y conejos como los protagonistas absolutos, mezclados con los originarios y vistosos cauquenes. Y entre los platos típicos, la centolla figura entre los preferidos del turista, aunque no se queda atrás el cordero patagónico.
Lo cierto es que a Ushuaia se la puede conocer de distintos modos, pero hay tres que resultan una experiencia sumamente recomendable porque permiten recorrer los principales sitios históricos de la ciudad y acceder a las más bonitas vistas panorámicas para sacar fotografías. Ellos son: el recorrido en el “Bus Double Decker”, el paseo en el “Tren del Fin del Mundo” y la travesía marítima a bordo del “Ushuaia Explorer”.
Subidos al “double decker”, un bus de dos pisos de color gris, verde y celeste, que porta gigantografías de la historia y la cultura fueguina en su estructura exterior, de origen y estilo londinense, conservado en perfecto estado, tal como era en sus épocas de apogeo, Ushuaia luce señorial, magnífica, sumamente interesante, además de bella por donde se la mire, con sus cielos de colores impensados en cada atardecer y en cada nuevo día, con sus embarcaciones en el puerto y todas las montañas en el horizonte, con su calle principal, la San Martín, y sus gente por doquier, mezclada con los turistas, que son cada vez más, y que atraídos por los comentarios de quienes ya han visitado antes la capital fueguina y toda la información, y las fotos del lugar, movilizan a la ciudad más austral del mundo.
El recorrido del bus alrededor de la ciudad, conducido por Luis Vuoto y guiado por Mónica Legnini de Ushuaia Double Decker Tour, comienza en la calle principal, sigue por sus construcciones tradicionales, pasa por la que fue la primera capilla de la ciudad, por ejemplo, incluye también el área restringida de La Base Naval, donde están los primeros edificios públicos: los talleres de la cárcel, su administración, la antigua usina, la panadería, el edificio mismo del presidio y la réplica del Faro del Fin del Mundo, y después, continúa en el Paseo del Centenario, desde donde se pueden ver las cadenas montañosas que rodean la ciudad y las islas al otro lado del Canal de Beagle. Recorre La Pasarela, llega del otro lado de la Bahía, hasta el barrio de la Misión en donde se detiene para permitir el descenso de los pasajeros y sacar fotografías del lugar en los terrenos del viejo aeropuerto.
El segundo modo de conocer Ushuaia es viajando en el “Tren del Fin del Mundo”. En las dos horas que dura el recorrido entre ida y vuelta, el presente y el ayer se conjugan de una manera entre mágica y nostálgica, entre el paisaje único del Parque Nacional Tierra del Fuego que se sucede en cada ventanilla de la formación y el relato de la historia de una ciudad que se hizo grande gracias a los presos de su penal.
Y es que el “Tren del Fin del Mundo” no es otro que el “Tren de los Presos”, ese que se utilizó hasta el año 1952 para transportar los materiales con los que se construyó el Presidio de Ushuaia y la leña para calefaccionarlo, posteriormente. También fue el contacto momentáneo de los condenados con ese mundo exterior del que ya no gozaban. Porque al igual que la historia de Ushuaia, la del tren gira en torno del presidio: la construcción de todo el penal se realizó con materiales de la zona, y los penados fueron los ejecutores.
Propiamente, el viaje comienza en la “Estación del Fin del Mundo”, la cabecera del Ferrocarril Austral Fueguino. Está ubicada a 15 minutos de la ciudad de Ushuaia en el Valle del Río Pipo, entre el Monte Susana y la cadena montañosa Le Martial. A su marcha, el tren se adentra en los paisajes más lindos hasta llegar a la primera parada: la Estación Cascada de la Macarena, en donde hay dos senderos para realizar: uno dirige a una reconstrucción de las chozas de los indios yámanas, los primeros pobladores de la zona, y el otro llega hasta la pequeña cascada que da nombre a la estación.
Y luego de una parada de quince minutos, el tren continúa su recorrido en medio de los ríos, cascadas, montañas y bosques de lengas y coihués del Parque Nacional de Tierra del Fuego. Junto a los paisajes que se suceden, un relato en audio dentro del tren permite al turista imaginarse el trabajo que realizaron esos penados en la zona, cortando árboles no sólo para erigir el presidio, sino también para obtener la leña que acondicione un poco las bajas temperaturas del sur argentino.
El recorrido termina en la Estación del Parque; allí, la locomotora se desengancha de los vagones y cambia de carril, para volver a unirse a la formación y emprender la vuelta.
Y el tercer modo de conocer Ushuaia es desde las aguas del Canal de Beagle. Para ello, el visitante puede embarcarse en el Ushuaia Explorer, comandado por el Capitán Ernesto Prato, y junto a él llegar hasta el Faro Les Éclaireurs, el fin del mundo en su máxima expresión.
El Ushuaia Explorer es el más grande de los buques de la empresa Tolkeyen Patagonia Turismo, con sus tres pisos, comodísimos, amplios, con servicio de abordo y una guía que va relatando historias de la ciudad y de esas latitudes durante el recorrido. A través de los ventanales del catamarán se puede ver el horizonte, las islas, como la Navarino, la de los Pájaros, y las montañas chilenas y, más allá, el Faro Les Eclaireurs, conocido como el “Faro del Fin del Mundo” (Lo llaman así en alusión a la novela escrita por Julio Verne, inspirada en el Faro San Juan de Salvamento que queda en la Isla de los Estados. Y como Tierra del Fuego es la porción de suelo más al sur, la reminiscencia al “fin del mundo” le queda “como anillo al dedo”).
Una vez en mar abierto, se puede salir y recorrer los pasillos laterales del Ushuaia Explorer para sacar las más lindas fotografías al aire libre; desde allí el viento pega con fuerza en la cara y las olas más atrevidas en pleno Canal de Beagle salpican sin pudor. Realmente es una experiencia divertida y recomendable.
Toda la excursión dura aproximadamente dos horas y media desde que la embarcación sale del muelle. El recorrido incluye la salida desde el Puerto de Ushuaia, un recorrido por la costa de la ciudad, con avistaje de los montes Cinco Hermanos y Olivia, dos de las últimas formaciones de la Cordillera de los Andes, y más adelante la llegada al Faro Les Éclaireurs, que significa “Los Iluminadores” en francés y que está emplazado en el islote noroeste del bloque de islotes homónimos en el Canal Beagle. Allí, la sensación de que no hay nada más allá de ese faro, de ladrillo, de 11 metros de altura y 3 de diámetro, rojo y blanco, atesta los sentidos. La panorámica es única. Más adelante, el catamarán detiene su marcha frente a la isla de los Pájaros, para retratar a los miles de cormoranes que la habitan; también frente a la isla de los Lobos, donde las aves y lobos marinos de uno y dos pelos conviven en la más genial armonía.
Así, estos tres modos propuestos para conocer Ushuaia, ya sea a bordo del bus, del tren o de la embarcación, son los que Usted debe tener en cuenta si está planificando viajar a este bello destino del sur argentino.
Se pueden ver tres cortos que ilustran cada una de estas propuestas que brinda Tierra del Fuego y particularmente Ushuaia visitando los siguientes enlaces:
1- Embarcados en el Ushuaia Explorer conocemos el Faro Les Éclaireurs: http://www.teleaire.com/?p=4131
2- A bordo de un Bus Double Decker recorremos la ciudad de Ushuaia:
http://www.teleaire.com/?p=3907
3- Paseo en el Tren del Fin del Mundo en Tierra del Fuego:
http://www.teleaire.com/?p=5522
Alejandro Martínez Notte es Licenciado en Relaciones Públicas, Ceo de Grupo Deboss, Director de Contenidos de Teleaire Televisión, Productor Televisivo del ciclo “Mochila de Viaje”, Docente de Comunicación Audiovisual y Presidente de la Delegación Argentina de la Asociación Internacional de Periodistas y Escritores Latinos de Turismo VISION.
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